Parece que los kilómetros se traspapelan y aparecen infiltrados sobre la hoja de papel. Una hoja que en un primer momento no me atrevo a sacar del sobre, por miedo a que con su sacudida haga volar por mi habitación todo eso que contiene. No te rías, otras veces me ha pasado.
Y también por miedo a que, después de haber salido, no quieran volver a su sitio.
Ya me conoces, al final he optado por abrirlo. Eso sí, lo he desplegado con suavidad.
-arasdesuelo-
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