Pide un café y se dispone a mirar cómo el humo sube hasta finalmente desaparecer. Forma parte activa de las conversaciones que parecen cruzarse en su camino. Observa a la gente que pasea y realiza compras de última hora. Al cabo de un rato pide la cuenta y se pone en marcha.No es el primer día que lo hace. En realidad, se siente un poco espectador de su propia vida, pero no se atreve a pensarlo de esa manera. Prefiere creer que algún día alguien vendrá a rescatarla.
Feliz año nuevo.
Lau-arasdesuelo