Seguidores

lunes, 7 de septiembre de 2015

A las cuatro y veintitrés.


Que tienes razón. Quizás ahora hable como quién no tiene ya nada que perder. Hace tiempo que llegó Septiembre, y quemé tus cartas y todo lo que me hacía pensar en tí cuando llegaba la hora del té.
Siempre pensé que la hora del té era la que marcaba si alguien te importaba y en qué manera. Tú decías que eso te parecía que se sabía mejor al llegar la noche. Nunca nos pusimos de acuerdo.
Y es que es ahora con el paso de los meses cuando empiezo a creer que tal vez esa hora sobrevalorada nos pertenece. Esa hora sigue existiendo aún cuando te has ido. Y quizás nadie me dice cuánto le gusta mi colonia ni mis trenzas desechas. Pero poco a poco las canciones y películas dejan de hablar de tí. Y también las almohadas y sábanas van olvidando que una vez estuviste.
Porque llegan momentos en los que ir hacia arriba es la única opción. Y torres más altas han caído.

Lau_arasdesuelo

martes, 7 de abril de 2015

Las niñas ya no quieren ser princesas.


Que no hace falta que te diga lo que pienso. Las niñas ya no quieren ser princesas. Y tú mejor que nadie deberías saberlo. Tú que siempre pareces mirar por encima del hombro y pocas veces tuviste algo que decir. Tú. Esa persona que dejó de ser la que era para ser cada día un poco más ELLA.

Que es obvio que empezó poniéndose tu jersey esos días de Enero que tenía frío, para después cogerte los vaqueros, y acabó por utilizar hasta tu colonia. No tuviste argumentos para volver a hacerte con ella. Decía que si la llevaba puesta, las horas pasaban más rápido. Tú, que te hizo falta alejarte de ella para echar de menos ese olor, tan suyo pero tan tuyo a la vez. Y ya no hay noche en que no lo extrañes sobre tu almohada. Que por echar, echas de menos hasta su forma de apretar la pasta de dientes. Y también sus manchas de café sobre el mantel del desayuno antes de ir a trabajar. La poca variedad en sus canciones y su grifo abierto durante horas en el baño. 

Sé que pagarías cualquier cosa porque un día apareciese,así sin darse importancia, como quien no quiere la cosa, poniendo de nuevo patas arriba tu vida ordenada. Y porque tal vez te quitara un trocito de tu cama. Ese que ahora siempre está vacío los Sábados por la noche. Y porque no te dejase dormir.

Lau_arasdesuelo